Un «no» a los demás es un «sí» hacia ti mismo y viceversa

Algo que surge en tu camino de reencuentro con tu verdad es que tu autenticidad se hace más espontánea. 

También para poner límites.

De repente te sorprendes diciendo “no” a algo y/o alguien que hasta ahora más habitualmente decías “sí”. 

Las con-cesiones hacia la imagen complaciente y conformista que tenías de ti van reduciéndose, tendiendo a cero…

Esto sucede al escuchar tu verdadero sentir en cada presente y ser leal a ello.

Y sí, ¡puede que sorprenda, primero a ti antes que a nadie, y también a tus vínculos!

Esta es una manera de ocupar el lugar que es propio, verdadero.

Las movilizaciones en tus relaciones son inevitables, y yo diría que necesarias. Es algo así como que cuando comienza el movimiento de una pieza en un engranaje inevitablemente moviliza al resto en el avance hacia un nuevo orden coherente con tu nueva verdad.
 ¡Y también recuerda que un “no” hacia ti por parte de los demás es un “sí” a ellos mismos! El primer vínculo a cuidar es el de cada quien consigo mismo.

¿Has vivido esta mayor firmeza en tus limites hacia los demás cuando te aclaras contigo misma?

Me encantaría escucharte en los comentarios.

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