A veces podemos creer que si perseguimos “algo” lo conseguiremos.
Hoy creo que la experiencia de perseguir vivida como tal, intentar alcanzar “algo o alguien”, está tintada de miedo, prisa y sensación de escasez. Está alimentada por pensamientos como “no vaya a ser que se escape”, “no vaya a ser que no haya para mí”. Todas ellas son formas de pensar muy extendidas en el mundo en que vivimos.
El miedo alimenta el miedo y por lo tanto se hace más grande, más poderoso, lo cual hace que aquello que anhelamos se aleje aún más y perseguimos aún más. Ya estamos en el bucle.
Sin embargo, cuando nos amamos a nosotros mismos, nos sentimos faro y dejamos de perseguir.
Como faros sabemos que ocupando nuestro lugar el resto ocupará el suyo. ¿Te suena?
Como faros sabemos las olas llegarán y se irán; el viento sopla y cesará; el Sol y la Luna seguirán en su eterno transitar; mientras que la Tierra siempre nos sostendrá. Y permaneceremos Siendo faros.
Y así simplemente Siendo, sin necesidad de perseguir, llegará lo que haya de llegar. Así avanzamos en la re-conquista de nuestra abundancia interna.
El Amor incondicional a ti misma atrae inevitablemente aquello que es para ti, aunque quizá sea diferente a lo que un día una parte de ti deseó…
Recordemos que la Vida Sabe.
Y así sucede, que cuanto menos buscas más te encuentra. ¿Lo has vivido?.
Nuestra bella acompañante sorpresa en el video de hoy nos lo confirma, estaba preparando este video y ¡llegó por sorpresa!
¿Te sumas a la re-conquista de tu Amor incondicional hacia ti? ya vamos comprendiendo que de ahí nace todo lo demás, ¿verdad?
Me encantaría escucharte en los comentarios.
Gracias por Ser Vida.