Uno de los seres con quien más he experimentado, comprendido y aprendido sobre el “verdadero respeto”, los límites y el Amor incondicional es nuestro hijo. Y sigo en ello…
Muchas horas de “trabajo de campo”, 14 años de constante evolución. Su nacimiento despertó mi alma hacia el Camino que ahora estoy transitando.
El “verdadero respeto” que aquí nombro no es el nace de comprender al otro y desde ahí respetarlo, eso es muy “fácil” ¡ehhh!, sino el que realmente nace desde Amor, ese que no comprende ni sabe pues los sentires son diversos, el que vive cuando ama y libera permitiendo Ser lo que cada quien Es en esencia, incluso cuando eso supone tomar elecciones y caminos diferentes.
Recordemos que para mí el Amor incondicional que podemos vivir en nuestros vínculos nace y tiene como límite el que podemos vivir hacia nosotros mismos. ¿Cómo lo vives tú?.
Con el respeto, como valor que es, sucede como con el resto de valores: para cada quien tiene un sentido y sentir diferente en cada momento… ¿Qué es para ti el verdadero respeto hoy?
Me encantaría escucharte en los comentarios.
Gracias por Ser Vida.
