Ten presente que lo haces lo mejor que puedes a cada instante, si no harías otra cosa.
Y si en tu observación te das cuenta de que aspiras a evolucionar camina con curiosidad, atención y determinación para darte esa oportunidad de evolución.
Siempre recuerda que cuestionarte en esa observación no significa juzgarte. Juzgarte te puede traer la culpabilización y eso no te lo mereces, porque siempre haces lo mejor que puedes a cada instante, como siempre lo has hecho.
Recoge ese dedo acusador para acogerte con amabilidad en todo aquello que veas de ti.
Si estas en este momento de cuestionarte ya has dado el paso que marca la diferencia: la responsabilización de tu vida, así que ¡celébralo!.
Cuídate de no juzgarte para hacer posible tu cambio. El juicio bloquea lo que la aceptación libera para tu evolución.
Conserva la mirada de curiosidad hacia ti mismo, sin juicio, será la que te permita reencontrarte.
Es tiempo de amarte.
