Ceder tu poder es ver en el otro la valía que no puedes ver en ti y confiar más en esa persona que en ti mismo.
Ceder tu poder es atender las peticiones de los demás sin antes escucharte a ti mismo y dar más valor a sus palabras y actos que a los tuyos propios.
Y un día la Vida te da la razón y te sientes traicionado por alguien. Aparece una situación que te muestra que te estabas perdiendo en los demás olvidándote de ti.
La verdadera traición ya habitaba en ti. Es de ti hacia ti mismo. La situación solo te lo muestra. Para que tomes acción en la reconquista de tu valor.
En eso consiste para mí la traición, en ir afuera buscando el amor y el valor que nos puedan dar los demás sin concedérnoslo primero a nosotros mismos.
Tu valor sólo puedes reconocértelo tú, nadie más. El resto de reconocimientos van cayendo en saco roto, se evaporan…
Porque mientras no reconoces tu valor, vives en la espera de que algo calme el vacío que sientes. Vacío que es el grito de tu valor propio que está esperando a ser visto y reconocido por ti.
La única persona que puede darle su lugar a tu valor eres tú.
Y una vez reconocido y sentido por ti, tu valor ya se da el permiso de quedarse para que lo vivas y también lo cuides. Ya no tiene necesidad de mirar más hacia afuera porque ya se sabe merecedor de la Vida y del Amor más importante que es el tuyo.
Recuerda, el compromiso es contigo.
