Quizá demasiadas veces me he traicionado, y durante mucho tiempo continuamente.
Yo lo vivo así:
Traicionarme es no escuchar lo que siento y darle más valor a la palabra del otro.
Traicionarme es no decir lo que quiero expresar por miedo.
Traicionarme es dejar de cuidarme para cuidar.
Traicionarme es exigirme más allá de mis límites físicos, emocionales y mentales.
Traicionarme es no ser fiel a mis valores.
Traicionarme es no decirme mi Verdad porque tan siquiera la escucho.
Traicionarme es creerme todo lo que mi mente me cuenta impidiéndome avanzar hacia donde mi corazón me lleva.
Traicionarme es no aceptar sentir lo que ya siento.
Traicionarme es no recibir con agradecimiento lo que la Vida me ofrece.
Traicionarme es no hacerme responsable de mi vida.
Y todo eso va pasando en mi interior, en silencio, provocando que en lugar de vivir la plenitud que puedo Ser me conforme con sobrevivir. La traición me va autodestruyendo poco a poco.
Y quizá un día una circunstancia me haga vivir de golpe todo ese dolor que yo misma he ido generando dentro de mí a través de una situación que vivo como una traición. La primera reacción es no responsabilizarme de ese dolor creyendo que el otro es culpable de lo que pasa, cuando realmente me está ayudando a liberar todo el dolor que yo había creado en mí por no serme leal.
La única traición es la que nos hacemos a nosotros mismos. Las circunstancias son los despertadores de eso que ya está pasando en nuestro interior.
Si cultivamos el amor y respeto en nosotros lo que florecerán serán experiencias en las que esos valores sean los protagonistas.
Si cultivamos la traición en nosotros mismos la Vida nos la traerá de alguna forma para que la veamos, sintamos y tomemos la responsabilidad de transformarnos construyendo nuestro valor personal y aquello valioso que queremos que esté presente en nuestra vida.
¡Y todo vuelve a moverse y a construirse de nuevo!.
Hoy siento que la única lealtad y traición que existe es la que vives hacia ti.
Cuida tu lealtad en amor a ti para que la traición no te sorprenda.
Recuerda, el compromiso es contigo.
