Es precisamente desde mi presencia más auténtica conmigo, lo que puedes percibir como mi ausencia, desde donde más te doy.
Desde ese lugar puedo estar presente en mi presencia y más tarde compartirme contigo de una forma más auténtica y plena que lo que puedo ofrecerte si estoy físicamente a tu lado pero no presente conmigo.
Durante mucho tiempo interpreté la “ausencia”de los demás como una “falta de amor”. Creencias, creencias …
Hoy lo vivo como la oportunidad de darme presencia para seguir escuchándome, conociéndome, amándome y así cuando comparta mi presencia poder entregar lo más auténtico de mí donde no hay obligación ni necesidad, donde se abren las puertas de la Libertad, el gran nido para Amor incondicional.
La presencia de la “ausencia” te acerca nuevas oportunidades para alimentar la presencia más importante: la tuya contigo.
Así que quizá la ausencia sea tan solo una creencia ¿como todo?, porque al fin y al cabo todo tiene una Presencia.
Así como cuando observas las nubes y quedan huecos por donde puedes seguir viendo el cielo dibujando diferentes formas. Ahí la ausencia de nube es presencia de cielo.
Así como una cueva es ausencia de tierra y presencia de ese espacio de acogida y belleza.
Así como la ausencia de palabras es presencia de silencio, que tanto cuenta.
¿Cómo te llega esto?
Agradezco a la Vida las experiencias de presencia conmigo que me está entregando para sentir la Magia de la Abundancia en bendita “soledad”, en Unión con la Vida.
