Hace unas semanas te hablaba de cuánto puedo disfrutar hoy los días y temporadas en los que esencialmente vivo en mi única compañía, y afortunadamente siempre con la Vida ✨
Pero no siempre ha sido así.
🦋 Para llegar a vivir ahora así esos tiempos de “soledad” he transitado por muchos sentires que lejos de calma y libertad hablaban de apego y dolor.
Nuestro cambio de estructura familiar a raíz de nuestro divorcio nos trajo movimientos internos y externos de alto voltaje, para mí y para todos los miembros de la familia, cada uno en su forma, tiempo e intensidad.
El padre y la madre con su duelo, y los hijos con el suyo. Y el baile entre la capacidad de adaptación y el arte del soltar va marcando el paso, con nuevos tonos, colores, espacios, tejiendo las nuevas formas, a su ritmo.
Y aunque se dice que “tiempo al tiempo”, es vital qué hacemos durante ese tiempo.
El tiempo no hace Magia, nosotros somos quienes hacemos la Magia con nuestro compromiso y Amor.
Aquí hablo de ir avanzando en ese arte de soltar con Amor y para ello escuchemos nuestras emociones, revisemos nuestras creencias y así ir transformándonos para dar la nueva forma a la estructura familiar. Una forma que ya no parará de cambiar 😉✨, ¡como nosotros y como la Vida misma! 🌈
Te cuento que para mí una de las partes más dolorosas del proceso fue soltar a mis hijos. Venía de una organización familiar en la que vivía la mayor parte del tiempo en presencia física con ellos…
🦋 Cuando un cambio llega nos ofrece la oportunidad de ver más allá, más posibilidades, aunque en nuestro presente no podamos ver más allá de lo conocido.
Te doy mi palabra 🍀✨
Cuéntame, si estás viviendo una situación de reconstrucción de tu sistema familiar o lo has vivido:
¿cuál es el sentir o pensamiento más incomodo para ti?
✨ Gracias por Ser Vida