Ocupa tu lugar y el resto ocupará el suyo.
Esta frase puede parecer una obviedad si nos imaginamos en un teatro, cada uno hemos comprado nuestra entrada y sabemos cuál es nuestro asiento, ¿verdad?
En las relaciones puede que a veces no esté tan claro.
En cada familia o ámbito relacionar cada quien ocupa un lugar en cada momento ¿es el que realmente “nos corresponde”?
Aclaro que ese lugar no es solo físico sino emocional, energético “del orden natural de las cosas”.
En mi caso, he sentido la carga, mi propio desorden interno y del resto de personas del sistema cuando esos lugares no se re-conocen, y por ello tampoco se respetan.
Estos desordenes habitualmente se generan por seguir mecanismos inconscientes de lealtad a creencias antiguas, habitualmente relacionadas con la familia de origen.
🦋 Recuerdo una vez más lo importancia de hacernos responsables sin culpar a nadie, pues todos hacemos lo mejor que sabemos/ podemos en cada instante. Si el desorden ha llegado hasta nosotros, lo vemos e incluso padecemos ¡es nuestro turno y activar nuestro poder para cambiarlo!
¿Te ves en este momento en un bucle que te dice que no eliges tu lugar y no es ese el que quieres ocupar?
En mi caso, en la familia que creamos el padre de mis hijos y yo claramente reproduje durante años “leyes transgeneracionales” con una lealtad pasmosa.
Por ejemplo: la madre “omnipresente” (y “omnipotente”) que apenas permitía al padre ocupar su lugar (sí dicho así puede resultar terrible, lo era)
Y ahora lo veo con una claridad abrumadora, pero mientras estaba metida en el circuito automático poca claridad veía.
Si eres capaz de escuchar tu sentir y verte en un programa que no eliges pero repites sin remedio, ¡ya es un gran paso!. Ahora tienes la oportunidad de transformarlo saliendo de él y liberar la expresión de tu Ser genuino que posiblemente esté lejos de ahí.
¡Y recuerdo que todo programa tiene su límite!
O lo vemos y avanzamos hacia el camino de salida de ese circuito entrando en nosotros mismos para hacer el cambio o la Vida se ocupa de sacarnos de ese lugar… y quizá no sea de la forma más amable.
Y como la Vida es Sabia, cuando tomas la libertad de por fin ocupar tu lugar los demás “personajes” se recolocan para construir juntos unas nuevas reglas de juego.
✍🏼 ¿Lo has experimentado alguna vez?, ¡te leo en los comentarios!
Si te gustaría que te acompañe en tu momento presente puedes enviarme un mensaje privado y encontrarnos en un encuentro de Primera conexión.
Tu cambio es mi cambio, nuestro cambio. Somos Uno.
