Es ahora cuando por estas latitudes va terminando la época de recolección de los frutos que la Tierra nos regala.
Y tú, como parte de la Vida que Eres, puedes acompañarte de lo que es natural en este momento del año para darte un tiempo de escucha y sentir hacia todos esos frutos internos que han ido fortaleciéndose y expandiéndose en ti desde esta primavera y a lo largo de todo el verano.
En este tiempo tus recursos internos han tomado la nutrición del agua, la fuerza del Sol, han sido movilizados por el aire y sostenidos por la Tierra hasta que es ahora cuando se hacen más visibles y perceptibles por tu sensibilidad.
Así que es el momento ideal para re-sentir la Abundancia Interna de la que hablan tus grandezas, las que iluminan tu Camino.
Los frutos, tan aparentemente pequeños guardan en sí mismos la esencia que podrá brotar con todo su potencial en el momento oportuno.
Además, muchos de ellos que ahora recogemos son semillas de la nueva vida que renacerá en primavera.
Una bellota tiene el poder interno de ser el comienzo de un nuevo roble, una castaña de un castaño, una manzana de un manzano…
Ahora muchos de estos frutos van cayendo a la Tierra donde son acogidos para prepararse para el descanso del otoño e invierno. Ahí y durante ese tiempo tomarán la fuerza necesaria para transformarse en algo más grande de lo que parece que son ahora y se mostrarán fieles a su esencia, como es inevitable y natural, mas en una nueva forma.
Eso también ocurre en ti. ¡Lo que has cuidado y mimado durante tiempo ahora está dando sus frutos!. A su vez éstos son las bellas semillas de las nuevas versiones de ti que irán siendo más visibles en el momento adecuado.
¿Te animas a reconocer, sentir y dar lugar dentro de ti a los frutos que esta temporada te regala?
