Cada vez admiro más la capacidad sabia, asombrosa y sutil que la Vida muestra con el eterno hilar de nuestros Caminos.
En estos tiempos de integración, de los que te hablaba en los post anteriores, puedo tomar una perspectiva más amplia con la que puedo darme cuenta y asombrarme de la belleza de cómo la Vida me guía por el Camino que es el mío a cada paso, aunque no siempre le guste a mi mente porque ese camino no es que el que sus deseos o expectativas proyectaban.
Hoy celebro mi Amor por la sabiduría que la Vida me transmite al comprender (no solo entender sino sentir) cómo ha ido colocando las puntadas de mi vida en el sitio idóneo, en el momento oportuno y con la tensión justa.
Hoy me emociona especialmente recordar cómo las personas con las que he ido compartiendo Camino han ido acercándose o alejándose, y yo acerándome y alejándome de ellas, para permitirme experimentar un aprendizaje mucho mayor que el que en su día podía comprender.
Hoy sonrío, suspiro y me siento maravillada por la capacidad que muestra la Vida para ordenar nuestros Caminos, aunque desde nuestra mente no atisbemos comprensión alguna en muchos momentos.
Estas experiencias inspiran e impulsan mi confianza en la Vida y me llevan a coger con más fuerza la mano de mi humildad para permitirme guiar por Ella con los ojos cerrados ¡y así sorprenderme de nuevo!
Y paso a paso me doy cuenta de que puedo ir integrando su sabiduría mientras que amplio la mía.
¿Te has sorprendido alguna vez del regalo que la Vida te iba preparando aún sin tú darte cuenta cuando lo has podido comprender tiempo después?
Gracias por Ser Vida.
