El post anterior terminaba con dos preguntas:
¿Tienes cierta intuición o evidencia de que repites en tu vida alguna parte de la historia de tu familia que te impide elegir cómo vivir algún aspecto?
Si tu respuesta es que sí… ¿te gustaría hacer algo ya para salir de ahí y avanzar?
Muchas veces podemos responder sí con mucha decisión a esta última pregunta cuando vemos que eso que se repite se manifiesta en algo que ocurre a nuestros hijos e hijas, y nos nace el sí espontáneamente desde el compromiso con su cuidado y Amor hacia ellos. Entonces nos ponemos manos a la obra, buscamos qué y hacemos lo que está en nuestra mano.
Y sobre esto hay algo que lo cambia todo: poner el poder de la transformación en ti y PARA ti, no hacerlo por los demás sino por ti.
Cuando algo sucede cerca y te late tomar acción, la llamada que sientes es para ti, no para otra persona.
Está en ti la oportunidad de escuchar y liberar lo que permite que las repeticiones se mantengan.
Si esto te está ocurriendo es una oportunidad de oro para tu evolución, no para salvar a nadie sino para sanarte y liberarte tú.
Y desde ahí, como cualquier árbol cuando sus raíces están más sanas, el tronco y las ramas también crecen y se expanden con mayor fuerza, libertad y autenticidad.
Así que si decides avanzar, hazlo por ti, tú lo mereces.
Gracias por Ser Vida.
