Y aquí vuelvo con uno de mis temas favoritos: el duelo y la adaptación que vivimos en nuestros procesos de cambio vitales.
Un duelo es para mí el proceso que vivimos al soltar una relación o circunstancia y sentimos dolor.
Cuando vivimos un duelo podemos desear que terminara lo antes posible, no es cómodo sentir ese dolor. Pero, al margen de lo que la mente espere o desee, como todo proceso, necesita su tiempo y permiso para Ser tal y como es.
Y en su naturaleza destaca una cualidad: no es lineal. No es un camino con un principio y final en linea recta, sino que lo puedo visualizar dibujando una espiral en la que en su recorrido avanzamos hacia la disolución de nuestro dolor, hacia más Amor.
¿Y esto qué supone?
Esto implica que las emociones que podemos vivir en el proceso como miedo, rabia, culpa, tristeza no se presentan una sola vez y “ya hemos superado esa etapa” sino que podemos pasar muchas veces por ellas hasta que finalmente la emoción se vacíe por completo. Con la liberación van creándose nuevos sentidos de los sucedido, de lo que en nosotras se va transformando… hasta la relación va cogiendo un nuevo sentir, más en Amor hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Aceptar esta naturaleza no lineal del duelo nos facilita la transición, nos permite acoger las emociones que se despiertan en cada momento sin juzgarlas, ni juzgarnos, aunque nuestra mente pueda decir “por aquí ya he pasado 100 veces”.
En un duelo la prisa por liberarse del dolor retrasa el proceso.
Mientras nos vamos dando permiso para sentir cada parte del tránsito y vamos revisando las creencias que generan las emociones que persisten vamos avanzando hasta que un día sentimos que hemos llegado al final de ese camino, o casi. Aquello que dolía se ha transformado en calma, Amor y gratitud. ¡Y habrá sido una preciosa experiencia de aprendizaje y apertura de nuestro corazón!
Recuerda, todo proceso de duelo es personal y único, como te cuento en este artículo del blog: https://www.anarial.com/2021/04/20/el-duelo-un-proceso-personal-y-unico/, por lo que es una transición que tiene tantas formas, tiempos y colores como procesos vivamos.
Respetarte en tu proceso permite que la liberación encuentre más fácilmente y, muy posiblemente, en menos tiempo su cauce.
¿Reconoces en tus duelos estos momentos de “por aquí ya he pasado”?.
¿Puedes aceptarlos con facilidad?
Si sientes compartirlo, me encantaría escuchar tus experiencias de duelo en los comentarios .
✨Gracias por Ser Vida✨.
